Hoy muchos medios recogen el estudio del Consejo General de Economistas donde se explica cuáles son las Comunidades Autónomas con mayor y menor presión fiscal. Todavía en España hay muchas voces que aseguran que es aberrante que haya estas diferencias fiscales entre Comunidades Autónomas pero es algo normal y hasta sano dentro de los Estados Federales como es España (más o menos).
En España tenemos dos niveles de administración, como en muchos otros Estados exitosos (por poner algún ejemplo EEUU y Alemania). Hay algunos servicios que los provee el Estado y otros que las Comunidades Autónomas. Debido a esto puede haber diferencias entre fiscalades y servicios.
El problema de España no es que haya distintos niveles impositivos, el problema es que no está claro que ofrecen cada uno. Por ejemplo, la Sanidad está transferida pero los ingresos fiscales no dependen de la recaudación de las Comunidades (de hecho no recaudan) sino de las transferencias del Estado, que además primero estiman una cantidad y se liquida a posterioridad creando agujeros debido a la diferencia difíciles de cerrar.
Lo que debe hacer España es aclarar lo que son servicios básicos para todos, financiados por el Estado, y los que son servicios extra o complementarios, que deben financiar cada Comunidad con arreglo a sus presupuestos (y su hacienda). La financiación autonómica está muy mal diseñada en España.
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