En la rueda de prensa después del Consejo de Ministros, el Gobierno ha anunciado que durante esta legislatura se reformará el sistema de financiación autonómico. No ha dicho en qué dirección, pero es una excelente noticia porque tenemos un sistema muy malo.
Lo primero que debe reformar el Gobierno es que las liquidaciones no sean dos años después de la recaudación. Esto es una auténtica locura, pues en la actualidad las Comunidades Autónomas gastan según las previsiones de recaudación que nunca se cumplen, y entrarían en déficit incluso cumpliendo a rajatabla sus presupuestos.
El segundo problema que hay que solventar es la autonomía fiscal. No puede ser que las autonomías tengan competencias para variar el gasto pero apenas en impuestos. Lo que ha pasado es lógico: el gasto ha aumentado y las quejas de lo poco que da el Estado también. Como no hay corresponsabilidad, se legitima la queja.
El tercer problema que tenemos en el sistema actual es que hay autonomías (las más ricas) que se quejan de una solidaridad excesiva. Es lógico proponer un sistema donde haya solidaridad, pero también que no haya más gasto por habitante que zonas con menor recaudación (salvo por diferencias de dispersión o envejecimiento de población). Esto funciona así en Alemania y deberíamos aprender de su sistema.
El último problema es más complicado de resolver, ya que habría que tocar la Constitución. Para mi es un problema el Concierto Vasco. Es una rareza de motivos históricos muy discutibles que lo único que hace es crear agravios comparativos. Para mi debería haber un único sistema.
Pero ya veremos dónde queda todo esto, ya que la medida anunciada por el Gobierno parece más una respuesta política al órdago de Cataluña que la necesidad de hacer una reforma que acabe con los problemas de déficit que han surgido en las Comunidades Autónomas en los últimos años.
En El Blog Salmón | Solidaridad territorial y financiación autonómica, Necesitamos un nuevo modelo de financiación autonómica
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